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Me Opongo al Aborto

por por Furman Kearley

Es un Asesinato

Me opongo al aborto y estoy convencido de que es un asesinato. Al mismo tiempo siento pena por las jóvenes a quienes se les practica el aborto porque son como ovejas llevadas al matadero por una sociedad humanista y hedonista. Los cristianos y la iglesia tenemos que acercarnos con amor para informar, convencer, aconsejar y salvar a tantos infantes y madres como nos sea posible. Nuestra actitud positiva debe ser, "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Luc. 23:34). Como la presión social aplasta a tales jóvenes y como no reciben apoyo de sus amigos y familiares íntimos, la iglesia, en vez de condenarlos, debe ser instrumental en ayudarles a recomponer su vida.

Conocer la Verdad

En primer lugar, debemos conocer la verdad de la Palabra de Dios sobre el aborto. Segundo, debemos de ofrecer educación sexual desde el punto de vista bíblico y moral a nuestros hijos y jóvenes desde un principio. La ignorancia no es una bendición, sino que es peligrosa y fatal. Si enseñamos a nuestros hijos sobre el fuego, la electricidad y la calle, ¿cuánto más importante es enseñarles los valores morales y sexuales que afectan no tan solo sus vidas físicas, sino también sus vidas eternas? No tienen el conocimiento sexual que muchos adultos presumen. Una universitaria no sabía que estaba encinta hasta que no fue llevada al hospital de emergencia para dar a luz a un bebé de nueve meses. A 120 estudiantes de primer año de universidad yo les pedí que definieran la palabra "fornicación" y sólo la mitad pudieron definirla.

Tenemos que enseñar

Tenemos que enseñar a nuestros jóvenes las verdades y las ideas equivocadas sobre el sexo, tanto de su placer como de sus consecuencias dolorosas. Tenemos que enseñarles que el sexo fuera del matrimonio y el aborto son pecados. ¿Cómo pueden huir de las consecuencias horribles sin conocimiento? Tenemos que amar a las jóvenes que han "metido la pata" y han abortado o están por abortar. Como cristianos debemos demostrar el amor y el perdón.

Hay que Informar

Debemos de aconsejarlas sobre la mejor alternativa. Debemos informar, tanto a la joven como a sus padres, que existen hogares para mujeres sin casarse que están encinta, tales como los Hogares Cristianos de Abilene, Tejas y el Hogar Maternal Smithlawn de Lubbock, Tejas. Tales instituciones cristianas ayudan a madres no casadas a recibir ayuda prenatal y a encontrar un hogar que adopte a su hijo, si así es su decisión. Los cristianos debemos de apoyar estos hogares para que puedan ayudar a más muchachas.Debemos informar a más cristianos sobre la oportunidad, placer y beneficio de adoptar para que más chicas puedan ubicar con más facilidad a sus hijos en buenos hogares.

A Ser Responsables

Debemos enseñar a los muchachos a ser responsables y hacerse responsable de sus actos. Su primer deber es de permanecer puro y no participar en la actividad que fabrica hijos. Sin embargo, cuando cometen un error, deben de entender que Dios los hará responsables en el juicio por haber traído al mundo un hijo, por haber fallado en proveer para sus necesidades físicas y por no haberlo criado en la disciplina y amonestación del Señor. Muchas veces los varones siguen libres mientras que las hembras quedan con la carga. Estos no serán libres del juicio de Dios y muchos nunca reciben suficiente enseñanza para arrepentirse de procrear y descuidar a su hijo (1 Tim. 5:8; Ef. 6:1-4).

¿Casarlos?

Tal vez casar a estos jóvenes no sea la solución ideal aunque es una. Cuando los jóvenes se dan cuenta de la gravedad de sus responsabilidades, puede que casarse y criar lo que han hecho sea la mejor solución. Bajo la ley dada por Moisés, esta era la respuesta (Deut. 22:28-29).

Enseñar Valores

Por último, debemos enseñar, predicar y hacer todo lo posible por cambiar y levantar los valores de nuestra sociedad, especialmente el valor de la vida humana. Todos debemos amar, temer y respetar a Dios y su Palabra como también amar sin límite las almas y desearles salvación de toda clase de pecado.