LA DISCIPLINA DEL SEÑOR

por Miguel A. Teruel

En este mundo de tantos problemas hoy nos encontramos con el deterioro de la institución primordial, la familia. Para poder sanar la sociedad, es necesario empezar desde sus fundamentos y primero que nada, restaurar la familia. La sociedad comenzó cuando Dios creó a la mujer de la misma carne y hueso del hombre (Génesis 2:23). Así comenzó la sociedad como la conocemos hoy, empezando con una pareja que, a su vez, va creando otros individuos - los hijos. La desobediencia del hombre trae por consecuencia la muerte física y la espiritual. Dios siempre contiende con el hombre, ya que su pecado lo lleva a una situación apartada de Dios. Por eso la sociedad no logra la felicidad y la bendición que Dios le quiere dar.

Muchas veces somos testigos de la desobediencia de los hijo hacía sus padres. El hijo debe obedecer y honrar a sus padres, pero, también, los padres le deben a sus hijos una crianza religiosa. "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Efesios 6:4). Los padres deben esta educación a sus hijos y hasta sus nietos. "Por tanto, guárdate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos" (Deuteronomio 4:9).

Dios desea que enseñemos a nuestros hijos desde muy temprana edad: "Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud" (Salmo 71:17). Las Escrituras nos prometen, "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él" (Prov. 22:6). El palo se endereza desde chiquito y es más fácil corregir a un niño que enderezar a un adolescente. La falta de disciplina es una de las causas por la cual, no tan sólo nuestra juventud, sino también nuestra sociedad está a la deriva. "El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige" (Proverbios 13:24). Hay que hacer las cosas a tiempo. "Castiga a su hijo en tanto que hay esperanza; mas no apresures tu alma para destruirlo" (Proverbios 19:18). Una buena pela a tiempo le va a beneficiar mucho más tarde, pero los padres muy ocupados son, también, muy abandonados en cuanto a la crianza de sus hijos. Además de la corrección, los hijos tienen derecho de aprender por el ejemplo de sus padres (Juan 13:15; Filipenses 3:17). Padres, la iglesia está para ayudarles. La orientación religiosa de tus hijos en las clases bíblicas puede ser de ayuda en tu tarea de criar a los hijos que Dios te confió.