LOS NIÑOS EN EL CULTO

por José A. Santos Ríos

Otras veces me he referido al ruido que los niños suelen hacer durante los cultos de la iglesia. El tema lo considero suficientemente importante como para insistir aquí. Si usted nunca ha predicado la palabra de Dios desde un púlpito, le será difícil comprender lo necesario, lo absolutamente imprescindible que es el silencio y la atención para el hombre que está hablando.

Cuando su hijo llora o se inquieta, o se cambia de banco, o se levanta para ir a dónde no debe ir a esa hora, el que está hablando sufre las consecuencias; el tema se le escapa de la mente, el pensamiento se le desvía, y todo el mensaje se arruina. No crea usted que exagero. Si piensa que sí, que dramatizo, pregunte al hombre que ocupa el púlpito en su congregación. Permítame usted, que como predicador le de estos elementales consejos:

#1 Hable con su hijo antes de ir al culto y explíquele la importancia del servicio y la necesidad de seguirlo con reverencia.

#2 No deje que sus niños se sienten junto a otros niños, porque si lo hacen lo más seguro es que hablarán.

#3 Si es posible, siente a sus hijos junto a usted y cuide personalmente de ellos.

#4 Si se inquientan, no les regañe usted en voz alta; y sobre todo no se le ocurra pegarles en el culto, porque entonces es cuando se arman de verdad.

Cuando la Biblia dice que se eduque al niño en su carrera, se está refiriendo también al comportamiento en el culto.

NOCHE DE BRUJAS
¿Dónde se reune la iglesia de Cristo?