LA IGLESIA COMO ROMPECABEZAS

por Elmer N. Dunlap Rouse

A muchos de nosotros nos encanta jugar con rompecabezas. Buscamos una caja de mil piezas y la vaciamos en la mesa. Pasamos horas sin darnos cuenta tratando de montar cada pieza en su sitio. Si falta alguna, nos sentimos tristes y frustrados porque el cuadro no está completo. Nuestros ojos sufren al mirar un hueco vacío. Hace falta la pieza para que quede bonito.

La iglesia del Señor es un rompecabezas y para montarla nos hace falta todos los miembros. Necesitamos viejos, jóvenes, recién casados, maestros, directores de cánticos, niños, recién nacidos, mujeres, hombres, bebés, trabajadores sociales, estudiantes, policías, obreros, negociantes, o sea, un poco de todo. Los ministros más valiosos son aquellos a quienes les gusta jugar con rompecabezas, que aprecian a cada pieza que Dios le da y aprecian hasta los que más problemas traen. Vigila que ninguna pieza se caiga de la mesa porque una iglesia bonita necesita de todo. Vamos a amarnos. Cada uno somos únicos. Cristo nos echó en la caja por algo. Hermano, ¡échate pa' 'ca! Vamos a buscarte un huequito.

COMPROMISO