LENGUAJE PROFANO

por Elmer N. Dunlap Rouse

INTRODUCCION

El lenguaje corrupto es deplorable porque refleja un pensamiento corrupto. Si la mente está sucia, la lengua lo revela. Cristo dijo que los malos pensamientos y las blasfemias salen del corazón (Mat. 15:19). Cuando uno abre la boca, demostra a todo el mundo lo que hay en su corazón. Como es el corazón el que determina el rumbo de la vida, es necesario cuidarla de pensamientos malos (Prov. 4:23). Es por este motivo que se debe buscar amistades puras, literatura pura, películas puras porque si uno llena su corazón de porquería, eso mismo es (Prov. 23:7; Fil. 4:6-9). Se deben evitar las personas profanas porque las expresiones corruptas dañan la mente sana.

I. ¿QUE ES?

Algunos tienen una tendencia constante de profanar. ¿Qué quiere decir profanar? Según VOX, profano describe aquello que no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino puramente secular, que es contra la reverencia debida a las cosas sagradas, inmodesto, deshonesto en el atavío o compostura. Los profanos deslucen, deshonran, prostituyen, hacen uso indigno (de cosas respetables). Violan los buenos sentimientos de los demás.

II. TOMAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

Muchas expresiones de la mente corrupta deshonran a Dios, sea por blasfemarlo o por tomar su nombre en vano (Exo. 20:7). Tan santo era el nombre de Dios para los judíos que no se atrevían pronunciarlo. Probablemente el mandamiento de no tomar el nombre de Dios en vano se refería a no cometer perjurio con el nombre de Dios. Pero también significa que no se debe usar el nombre de Dios de manera descuidadoso en la conversación diaria, tal como decir "¡Hay Dios mío!" por cosas sin significado. Hay otras expresiones que usan el nombre de Dios que ni quiero recordarlos, tan feas que son. Cada vez que se oye la expresión "¡Hay Dios mío!" uno en seguida les debe preguntar, "¿Y qué tiene Dios que ver con esto?" "¡Hay virgen!" "¿Y qué tiene la virgen que ver con esto?"

III. EL CRISTIANO Y SU LENGUA

A. Cuando uno está cansado o irritado, puede que deja palabras innecesarias. Los que creen en Dios no se sienten frustrados porque entienden que Dios está en control y que nada sucede sin su permiso (1 Tes. 5;18; Rom. 8:28).

B. El cristiano no expresa todo lo que siente, sino que está ejercitado en el dominio propio y aguanta la lengua. Sabe que si repite una expresión varias veces, se vuelve un hábito y lo puede decir hasta sin pensar.

C. El cristiano no necesita reforzar ni enfatizar su vocabulario con explicativos obscenos. No tiene que jurar para que le crean (Mt. 5:33-37). No necesita relatar historias sucias para sentirse importante (Col. 3:8; Ef. 5:3-5).

D. El cristiano habla para edificar a los demás (Ef. 4:29-32).

CONCLUSION

Con un corazón agradecido uno se llena de gozo y le es natural hablar bien. Con un Dios todopoderoso y amoroso, uno se siente bien y optimista en cuanto al día de mañana y las pequeñas frustraciones no le afectan. Se llena de paz y buena voluntad para con todos..

©1993